CALMA DEL APURO...

Cuento contigo sin llevar la cuenta,
dejando mi diestra a merced de tus sentidos,
abandonado lo perdido sin llevarme restos,
que le quiten versos al poema prometido;

atravesando tiempos
negados de demoras,
soltando la impronta
del beso insolente
que sin irse vuelve
al punto de partida
embebido en salivas
de sales urgentes.

Cuento contigo sin que me lo cuentes,
entregado a simientes que tu deseo borda,
aferrado a la gota que nos hace mares,
desnudos en pares de la misma historia;

olvidando la memoria
donde tu saber me sepa,
dejando que la treta
se olvide del truco,
para sorprendernos juntos
ávidos de magia,
sin que se nos vaya
la calma del apuro.

ME CABES...

Me cabes en el siglo que me habitas en el segundo,
en lo escaso y en lo profuso del aire que nos lleve,
en la levedad del leve suspiro que nos delate,
en el acierto y en el dislate que mejor nos acierte.

Me cabes en la memoria que me afloras cada día,
en la historia repetida que no tienta el repetirse,
en el venir y en el irse que nos aferra al sitio,
en la razón sin sentido que sabe como rendirse.

Me cabes en el sigilo del silencio que me miras,
en el punto de partida donde se parten los puntos,
en el nuestro y en el juntos que apretados nos trae,
en la lluvia que cae acariciandonos el murmullo.

Me cabes en el detalle de la sonrisa imprevista,
en la diosa desprovista de ofrendas y recatos,
en lo cierto del encanto que nos canta cada día,
en la sabia primicia del permanente estrenarnos.

DAME...TOMA...

Dame la gota que rebalse el vaso,
el paso en falso sin las falsas costuras,
la extremadura de tus extremos,
el lado ciego de tu inocencia impura.

Toma mi error
y tropieza conmigo,
vuélcame el vino
arrebatando lo añejo,
corta los tientos
de mi vana estructura,
olvida la lectura
y húndeme en verso.

Dame la nota que mejor te desafine,
lo frágil y firme sin hacer diferencias,
la paz y la guerra de los vientres fértiles,
la razón que pierde su razón entre tus piernas.

Toma mis ganas
y bebelas tuyas,
acaricia y rasguña
mis poros abiertos,
llevame adentro
de tu fuente sedienta,
cumple la condena
que penetre en nuestro.

DE TU MANO...

De tu mano...
estreno soles cada noche,
desandando los bordes de una luna enamorada,
destejiendo al alba el bostezo de una estrella,
que mansa y quieta,entre tus labios resbala.

De tu mano...
soy de veras quien soy,
el acierto y el error del impulso desprolijo,
la coincidencia en sitio y tiempo de tu espera,
lluvia de primavera pa' que la beba tu sino.

De tu mano...
lo perdido se me encuentra,
en las letras del poema,que virgen nos decide,
en el abrazo que pide,la estrechez del sentimiento
apretando el adentro,donde el afuera resiste.

De tu mano...
los extremos niegan el deslindar,
todo es mucho mas del mucho que se proponga,
caminando la historia de nuestro propio cuento,
latiendo al atrevimiento de saberse lo que importa.