CONCEBIDO EN DOS...

A orillas de tus ríos
las piedras se hacen perlas,
y las lunas se entregan
a soles trasnochados,
dejando lo encontrado
para volver a encontrarse
y quedando quedarse
en el plata del milagro.

A labios de tus besos los cielos se despeinan
y los vientos abrevan sus nortes en el sur,
mariposa de luz preñada de primavera,
que soltándose suelta su tierna inquietud.

A pétalos de tu sonrisa
la prisa se desacostumbra,
y la ocasión oportuna
ocupa su oportunidad,
alas del mar
en lo intenso de lo breve
lloviendo por donde llueven
los soles en par.

A verbos de tus latidos los caminos se abren,
y se pierden las llaves de toda la razón,
dejando que el corazón desafine en su locura
lo sabio de la ventura del uno concebido en dos.

VOLVER...

Volver es sentir
que no nos fuimos nunca,
que no hubo renuncia
ni amagos de intento,
que todo el adentro
bien quieto estaba,
esperando que llegara
la cruz del aliento.

Volver es decir sin cambiar de letras,
abrochando la respuesta a preguntas inexistentes,
negandole a lo imprudente la oportunidad de la duda,
sumandole a la suma el uno que nos concierne.

Volver es repetir
sin ser repetitivos,
agregandole al camino
el paso siguiente,
sabiendo que el presente
no dura mas que el ahora,
para impedir que la gota
antes de usarla se seque.

Volver es irse al cerca que nos aprese,
es revertir los reveses en nombre de quien nos sabe,
es desandar las calles de los mismos barrios,
para devolver lo dado y que pueda volver a darse.