Me llevas y el donde
poco me pesa,
cazador o presa
no altera el resultado,
munición en disparo
de arrebatos criminales,
salivas y sales
horadando el trance.
Me vienes y me voy
sin medir distancia,
te suelto y me atrapas
entrepiernas del delirio,
eres el castigo
que bendice mi condena,
allí donde quemas
las venas de lo propicio.
Al perderme me encuentro
donde tu me defines,
erecto y firme
taladrando el desespero,
lluvia de fuego
anegando el todo,
lujuria a soplos
del ultimo pasajero.